01-02-2008
Autor
Econ. Domingo Carrasquero R.
Economista. Post Grado Ciencias Administrativas. Miembro Staff Académico de Tecana American University. Consultor Económico en el área de Proyectos Industriales.

EL CAMBIO TECNOLÓGICO

Estamos en la primera década del siglo XXI y la historia indica que la producción total en el mundo se multiplicó más de diez veces durante el siglo XX. Este espectacular aumento lo explican, el aumento del número de trabajadores, mejores maquinarias y equipos, pero en gran medida ha sido el cambio tecnológico el que ha mejorado decisivamente la productividad, elevando los ingresos de la población y mejorando su nivel de vida.

El cambio tecnológico se refiere al mejoramiento de los procesos productivos en bienes y servicios, cambios en los productos antiguos y la introducción de nuevos productos.

Los efectos del avance tecnológicos son tan extraordinarios que el profesor Samuelson señala que si tomáramos la fuerza laboral del año 1900 y triplicáramos su capital en mulas, caballos, sillas de montar y palas, su productividad no podría siquiera compararse a la de los trabajadores actuales dotados de enormes tractores, superautopistas y supercomputadoras.

El mundo ha sido testigo de los espectaculares cambios tecnológicos: las mejoras en la tecnologías de información que se han multiplica-do en más de un 100%, los grandes aviones que han aumentado en un 50% el número de pasajeros por unidad, las fibras ópticas que han reducido los costos y han mejorado la fiabilidad de las comunicaciones, son ejemplos vivos de los logros alcanzados.

Las innovaciones se pueden dar en procesos cuando nuevos conocimientos técnicos mejoran las técnicas de producción. El cambio tecnológico permite a las empresas mejorar sus procesos de producción para reducir el despilfarro y aumentar la producción

Se puede innovar introduciendo nuevos productos o mejorar los existentes, los expertos estiman que contribuyen más que las innovaciones en procesos a elevar el nivel de vida, es fácil demostrar que la variedad de bienes y servicios es claramente muy diferente a la que existía hace 60 años. Consideremos que las comunicaciones, la medicina, el ocio y entretenimiento son sectores en que las innovaciones de productos han sido fundamentales. Consideremos que toda el área de Internet desde el correo electrónica hasta el comercio electrónico no estaba en la literatura de ciencia ficción ni siquiera hace 30 años.

 

EL LIBRE MERCADO

Este espectacular avance ha sido posible en el marco de economías de libre mercado de productos, trabajo, y de capital, que han demos-trado ser el terreno más fértil para el desarrollo de la innovación y el cambio tecnológico.

Solamente en un ambiente de libertades con respeto institucional a la creatividad individual y el libre albedrío ha sido posible este espectacular salto tecnológico, que ha superado según los especialistas todo lo alcanzado por la humanidad en todas sus épocas.

Nos preguntamos ¿hasta donde puede llegar este avance? Consideramos que no hay límites preestablecidos. ¿Será posible por otra parte una regresión tecnológica? Respondemos que si la economía de mercado funciona, no puede ser posible. Una de las ventajas de las economías de mercado frente a las economías centralizadas o tradicionales, es que las tecnologías inferiores tienden a descartarse, cuando se introducen tecnologías superiores porque aumentan las utilidades y la rentabilidad de las empresas innovadoras. Consideremos como las computa-doras y los programas de procesadores de palabras han desplazado a las máquinas de escribir. Si una empresa mal gerenciada decidiera producirlas seguramente ningún consumidor las compraría. En este sentido los mercados que funcionan eficientemente innovan con equipos que funcionan mejor, no peor.

Las fallas de mercado, de todas maneras pueden producir una regresión tecnológica, pudiendo suceder que una empresa que no estuviera sometida a regulaciones introdujera procesos contaminantes desde el punto de vista social, como por ejemplo, uno que vertiera desechos tóxicos a un rió para ahorrar gastos. La única ventaja posible que tiene los costos de contaminación es que no se incluyen en los costos de producción, pero si el estado por medio de leyes estrictas, pechara con impuestos o multas significativas, el proceso regresivo dejaría de ser rentable. El profesor Samuelson nos dice que en los mercados competitivos, los productos inferiores tienen el mismo destino de los dinosaurios la extinción.

 

EL ROL DEL ESTADO

¿Deben los gobiernos fomentar el cambio tecnológico?

Creando un marco jurídico institucional y económico sólido, los gobiernos pueden fomentarlo. Garantizando unos firmes derechos de propiedad intelectual,  y permitiendo amplias libertades económicas dentro de ese marco. Las políticas económicas deben estimular tanto a los oferentes como a los demandantes de tecnologías.

Para los oferentes tecnológicos, el gobierno puede fomentar la oferta de tres maneras:

La primera, asegurando que la ciencias básicas, la ingeniería y la tecnología, reciban los recursos necesarios; también fomentando la investigación con fines de lucro a través de sólidos sistemas de patentes, reglamentaciones eficaces y de incentivos fiscales como deducciones impositivas a las empresas por gastos destinados a la investigación y desarrollo.

En segundo lugar, con la adopción de políticas macroeconómicas coherentes que creen condiciones que promuevan tasas de interés reales bajas, para que el bajo costo de capital de las empresas, las incentive a invertir para el futuro en proyectos de alto riesgo, como las inversiones en tecnología, aumentando de esta manera la inversión en conocimiento, que significaría, una mejora más rápida en la tecnología y la productividad.

La inversión de las empresas extranjeras disponible de tecnologías de punta, genera beneficios por la transferencia tecnológica, generando mejoras en la productividad de las empresas y de los trabajadores.

Para los demandantes de tecnología, se debe incentivar a las empresas y las industrias a llegar a la frontera tecnológica, que es la tecnología ejemplar en cualquier lugar.

Es necesario, la existencia de una feroz competencia entre las empresas. Solamente en este marco las empresas que quieran ser exitosas y mantenerse en el mercado deben mejorar sus productos y procesos productivos. Es necesario considerar que las empresas adelantadas tecnológicamente serán las mas competitivas y exitosas, mientras las rezagadas quebrarán saldrán del mercado.

La competencia por ende, no solo debe ser doméstica sino debe haber apertura de los mercados a la competencia de empresas y productos externos. En los grandes mercados mundiales que están en la frontera tecnológica la competencia ha sido necesaria para el desarrollo de procesos de innovación. Y como decíamos arriba el movimiento de las últimas décadas a favor de la liberalización de los mercados ha introducido la competencia en los sectores del transporte aéreo, la energía, telecomunicaciones y finanzas, produciéndose espectaculares procesos innovativos.

Al inicio de este artículo afirmábamos que la producción se multiplicó diez veces durante el siglo 20, por simple deducción nos podríamos preguntar ¿cuantas veces va a aumentar la producción durante el siglo 21? Dada las tendencias del indetenible desarrollo tecnológico, no es necesario tener dotes de clarividente para poder dar una respuesta de lo que podría suceder.