01-09-2011
Autor
Econ. Domingo Carrasquero R.
Especialista en Finanzas. Consultor de Proyectos Industriales. Miembro del Staff Académico de TAU.

El objetivo de la ciencia económica es intentar resolver "el problema económico", buscando la forma más eficiente y ecológica de producir bienes y servicios requeridos por la sociedad para satisfacer sus necesidades, considerando que los recursos disponibles siempre son escasos.

Un proyecto es considerado la "unidad mínima de inversión" de recursos en una economía, en ese sentido, no es un ente aislado con autonomía propia para funcionar sino que está insertado en un contexto, por lo que su diseño debe encajar dentro de los lineamientos generales de política económica de cualquier Estado. Se considera al proyecto como la "brújula del empresario" en la medida que proporciona elementos de evaluación indispensables para dar una respuesta acertada a los desafíos del mercado.

Es necesario considerar que la prioridad de todo proyecto de inversión privado, como unidad primaria de inversión, es en primer lugar: el satisfacer una necesidad humana de manera eficiente, mediante la producción de bienes y servicios, siguiéndole luego, el obtener una rentabilidad financiera aceptable para los inversores, que le permita cubrir los costos, recuperar la inversión y seguir produciendo.

Cambiar el orden de prioridad revela una "falta de ética y sentido empresarial" que puede ser la causa principal del fracaso de muchos proyectos. Es necesario aclarar que el manejo eficiente de los recursos escasos, presupone la preservación de la calidad del bien a producir, entendida ésta como atributo inmanente a su esencia y no como característica que pudiera desmejorarse en un momento determinado, a fin de lograr eficiencia en los costos. En un mercado competitivo no serían posibles tales prácticas, pues expulsaría al productor que actuara de esta manera.

Si los recursos disponibles por una persona o una empresa fueran ilimitados no habría necesidad de manejarlos eficientemente, por lo que no habría que jerarquizar y seleccionar las mejores propuestas de inversión; la evaluación de proyectos instrumento empleado para ello, por tanto no existiría.

Para lograr satisfacer las necesidades, el proyecto debe inmovilizar recursos-inversión- que permitirán generar ingresos que a su vez cubrirán los costos operacionales, que proveerán al proyecto de rentabilidad triple: económica, social y financiera, que será la que le permitirá sostenerse en el tiempo.

La triple factibilidad de un proyecto, es necesario destacarla ya que hay la tendencia a poner énfasis únicamente, en su evaluación financiera, dejando de lado incluso hasta ignorando su rentabilidad económica y social, desvirtuando de esta manera, la esencia del concepto de evaluación de proyectos.

 

Es evidente que en el sector privado, sin rentabilidad financiera no puede haber rentabilidad económica y social, ya que ningún agente económico va a invertir para perder, pero un proyecto que no tome en cuenta estos dos aspectos, está muy lejos de cumplir con su propósito dentro de una economía de mercado.

Se puede decir que un empresario que invierte para satisfacer las necesidades de una comunidad, yendo más allá de lo financiero, se preocupa por ubicar su proyecto en una región deprimida de empleo, siempre cuando la decisión no afecte su rentabilidad financiera, estará actuando con más responsabilidad social que aquel que solo le interesa obtener una rentabilidad por encima del costo de capital del momento.

La factibilidad económica y financiera forma parte de una racionalidad necesaria en los proyectos, con excepción de los que tienen connotación eminentemente social. Pero más allá de esa racionalidad, la satisfacción de las necesidades humanas, es de especial relevancia, lo que constituye un nexo importante con la esencia social de un proyecto. En ese sentido señala Adolfo Blanco que es un "triángulo bien articulado" ya que cuando se evalúa la factibilidad técnica, factores como el impacto ambiental, la generación de empleo, la incorporación de mano de obra local, se convierten en "valores sociales" muy relevantes que deben ser considerados en el proceso decisorio.

Para terminar este ensayo sobre la evaluación de proyectos, se despejará una duda un tanto perogrullesca que a veces guía las decisiones de los evaluadores y es que "la formulación y evaluación de proyectos se efectúa no para convertir un proyecto en factible, sino para determinar si el proyecto es factible".

Para mayor información:

http://es.wikipedia.org/wiki/Evaluaci%C3%B3n_de_proyectos

 

REFERENCIAS

BLANCO Adolfo. Formulación y Evaluación de Proyecto. Cuarta edición.

BORELLO Antonio. El Plan de Negocios. Mac Graw Hill.

NASSIR SAPAG Cain.Proyectos de Inversión. Formulación y Evaluación. Pearson 2007.